A las calles saldrán en los
próximos días esposas, madres, hijos y familiares de miles de policías para
reclamar por garantías reales de trabajo. Dicen que el gobierno del presidente
Gustavo Petro abandonó a los uniformados y hoy tienen la moral por el piso.
Aunque de puertas para fuera
todo parece estar bien en la Policía, la situación al interior de la
institución pinta muy distinto. Varios testimonios recogidos por SEMANA de
policías de la base (nivel ejecutivo) dejan entrever que no están de acuerdo
con los lineamientos del gobierno del presidente Gustavo Petro.
La cereza del pastel, que
podría llevar a una nueva crisis en la institución, fue el reciente curso de
ascenso de patrulleros a subintendentes, en el que para algunos uniformados se
presentó un posible caso de grave corrupción en las pruebas que hizo el Icfes
y, pese a las evidentes irregularidades, nadie hizo nada.
“Estamos muy desmotivados, uno
ve que esto no mejora y, por el contrario, cada vez va de mal en peor. Perdonan
a los de la primera línea, le quitan el respaldo a los policías, le meten mano
a los resultados de las pruebas para ascender, que eso es lo único que lo
motiva a uno”, le dijo a SEMANA uno de los patrulleros que está pensando en
retirarse de la Policía.
El 19 de noviembre del 2022,
el Icfes publicó los primeros resultados en su página web oficial, pero de
manera sorpresiva al mes siguiente publicó unos nuevos resultados, descabezando
a cerca de 3.000 patrulleros que habían aprobado en el primer examen.
“Ingresé a la página del Icfes
el 19 de noviembre y veo que quedé en un buen puesto, en el 3.000, es decir,
había aprobado para ascender a subintendente, celebré los resultados con mi
familia, anticipé la Navidad, pero el 16 de diciembre el Icfes sacó un
comunicado diciendo que se habían presentado unas fallas en unas máquinas y
saca unos resultados muy diferentes. Yo ya no estaba en la lista de los
aprobados, para mí hubo manos negras en eso”, dijo uno de los patrulleros a
SEMANA, quien pidió reserva su nombre.
¿Corrupción?
SEMANA conoció un audio en
donde hablan dos hombres (al parecer policías), quienes aseguran tener
contactos supuestamente en el Icfes para hacer aprobar a los patrulleros que
resultaron descalificados por las fallas que se presentaron.
“El 29 (diciembre) van a sacar
otro listado y ahí qué se puede hacer, usted ya habló con los amigos del
Icfes”, dice uno de los sujetos. El otro responde: “eso hay un mierdero con esa
maricada, pero conmigo no hay problema”.
“El compañerito había quedado
en un buen puesto y lo sacaron, entonces yo le dije que tenía una amistad
confiable”, dicen.
En otro aparte de la
conversación se escucha a quien supuestamente tiene los contactos al interior
del Icfes, quien dice: “esperemos a ver cómo yo le puedo ayudar y cualquier
cosa yo le comento (...). Listo, mi sargento”. En los pasillos de la Policía se
escucha decir que para sacar a unos y meter otros se estaban cobran cifras
superiores a los cinco millones de pesos.
“Acuérdese que toda la prueba
es con lápiz, que tanto es borrar y volver a llenar el círculo”, dijo otro
patrullero a SEMANA al desconfiar de los resultados del Icfes, quien también
está pensando en retirarse en las próximas semanas al no lograr el ascenso que
supuestamente ya había ganado.
Para los patrulleros y sus
familias, lo que está pasando hoy dentro de la institución es desalentador.
Aseguran que no cuentan con respaldo de nadie, ni del director, ni del
presidente Gustavo Petro, ni de los políticos.
“Para ponerse la gorra de la
Policía, los políticos sí son felices sacando pecho, pero para pelear por los
derechos de ellos nada que ver”, dijo Leydi, esposa de uno de los patrulleros
que sufrió las consecuencias de las fallas del Icfes.
Dice que la base de la Policía
está muy desmoralizada, que a los uniformados no les dan ganas de salir a
patrullar y menos con lo que está sucediendo con relación a varios temas, como
por ejemplo las excarcelaciones de los integrantes de la primera línea.
“La Policía nos abandonó, los
abogados de los patrulleros los estamos pagando nosotras las esposas y las
familias, mientras a ellos (primera línea) les pagan un millón de pesos, los
dejan libres por los delitos que cometieron y nuestros esposos están algunos
presos y otros siguen empapelados y nadie dice nada”, añadió.
La situación para los mismos
policías ha llegado a casos extremos que podrían empeorar. Los patrulleros
recordaron el caso reciente del suicidio de la patrullera Ludy Marcela Granados
Arias, quien se quitó la vida dentro de una sede de la Fiscalía en Bogotá.
La uniformada había salido de
una reunión con sus superiores y, al llegar a su puesto de trabajo, sacó el
arma de dotación y la accionó contra sí misma.
Los patrulleros aseguran que
en la actualidad hay muchos uniformados con una salud mental deteriorada y así
se puede evidenciar en los grupos de WhatsApp de los uniformados, en donde
constantemente mantienen conversaciones sobre la situación que se vive al
interior de la Policía.
Y es que aseguran que para el
caso del Icfes, las presuntas irregularidades no paran con las fallas que ha
argumentado la entidad se presentaron en el sistema. Denuncian los afectados,
que incluso hoy al digitar su número de identificación en la página oficial del
Icfes aparece el nombre de otra persona.
“Es terrible lo que está
sucediendo y lo peor, la Policía no hace nada, la única respuesta que dan es
que para eso se contrató al Icfes para darle transparencia el examen, pero pasó
todo lo contrario”, manifestó otro uniformado.
Jhon, nombre de patrullero
cambiado por seguridad, dijo que en su caso duró pagando cerca de un año un
curso de capacitación para ir bien preparado al examen y que el final perdió el
dinero y el tiempo invertido.
“La plata salió de mi
bolsillo, porque la Policía no me pagó nada. Yo pagaba $110.000 todos los meses
en un instituto para capacitarme y presentar el examen. Lo pasé, quedé como de
2.500, y luego el Icfes dice que hubo fallas y me sacaron. Me pusieron como en
el puesto 13.000, eso es injusto, relató.
Para Armando Vergara, veedor
de la Policía, los resultados de la prueba del Icfes son una vulneración clara
a los derechos humanos de los patrulleros.
“Sale un listado en noviembre,
otro en diciembre y el Icfes dice que va a sacar otro listado, por eso hemos
acudido ante la justicia con tutelas para reclamar contra este proceso”, dijo
Vergara.
Tras la avalancha de críticas,
el Icfes reconoció a través de un comunicado de prensa lo siguiente: “se
dispuso de la respectiva verificación del proceso, identificando el pasado 5 de
diciembre una falla técnica en el cargue y procesamiento de una de las
variables relacionadas con el ordenamiento de estos resultados que afectó el
orden del resultado de las pruebas publicadas”.
El caso tiene desmotivados a
cerca de 3.000 patrulleros que salieron aprobados en un primer resultado y
luego fueron descalificados, por esta razón sus familias están convocando para
el próximo 17 de enero a un plantón en la Plaza de Bolívar de Bogotá para
rechazar los resultados del Icfes y presionar al Gobierno para que les brinde
una solución.
Por su parte, la Policía, a
través de un comunicado, le pidió al Icfes que atienda las quejas de los
uniformados que aseguraron que se sienten traicionados con los resultados del
examen.
Algunos policías aseguran
sentirse decepcionados con el gobierno del presidente Gustavo Petro y están
viendo que la promesa que hizo sobre que cualquier patrullero podía llegar a
ser general de la República es solo eso, una promesa más de un político en
campaña para ganar los votos de los ciudadanos y luego incumplir su palabra.
Tomado de: https://www.semana.com/nacion/articulo/con-la-moral-por-el-piso-una-nueva-crisis-en-la-policia-se-viene-cocinando-desde-hace-semanas-que-esta-pasando/202339/
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