martes, 22 de agosto de 2023

Sanción y condena política jurídica

 

David René Moreno Moreno

Debemos respetar a los colombianos, debemos respetar a los extranjeros dentro y fuera del país, debemos respetar a los industriales que son los que generan empleo y permiten que se lleve comida a los hogares, debemos respetar a los gobernadores que políticamente son los representantes a nivel regional de millones de personas, debemos respetar a los profesores, debemos respetar a la Fuerza Pública, debemos respetar a las diversas comunidades que buscan el apoyo del Gobierno central para darles solución a sus grandes problemáticas.

Debemos respetar a los máximos representantes del poder público, de la rama judicial y del poder legislativo. Estas organizaciones existen en la Constitución Política de 1991, aunque esta no me satisface totalmente, porque reconoce muchos derechos y no exige nada relacionado con los deberes. Afortunadamente, existe la Fiscalía General de la Nación, pues esta Institución se creó para brindar a los ciudadanos, sin ninguna distinción, una cumplida y eficaz administración de justicia, así como se debe respetar a la Procuraduría General de la Nación, pues es la entidad que representa a los ciudadanos ante el Estado. Estas instituciones no son títeres del gobierno de turno, como lo desearía el actual régimen.

Los permanentes desplantes del jefe de Gobierno frente a cualquier persona, institución, representación legal de organizaciones nacionales o internacionales, dentro o fuera del país, nos dejan ante la comunidad internacional como un estado fallido, donde la cabeza del poder ejecutivo se comporta como un tirano déspota, que no acepta críticas y ‘dejó metidos’ a uno de los gremios más importantes de nuestra economía. Seguramente le avisaron del apoteósico aplauso a favor del fiscal general de nación y temió que estos industriales lo fueran a chiflar por sus permanentes desaciertos en este primer año de gobierno.

Con los apoyos económicos propuestos por el actual gobierno a quienes se encuentran fuera de la ley, con la liberación de procesados y posiblemente sentenciados, con la jerga y mal ejemplo de quienes están envueltos en el sórdido negocio del narcotráfico y la violencia, se está buscando generar un país violento, un país fallido, empezando por lo que hacen algunos de los alfiles de la nefasta izquierda, como Gustavo Bolívar, que cuando se retiró del Congreso era porque el salario, hoy de más de $43 millones de pesos no le alcanzaba, y hoy busca que lo elijan para el segundo cargo político más importante del país. ¿Esto es para comprar los votos de varios millones de personas y lograr que en las elecciones del 2026 la izquierda siga reinando?, ¿cómo la ven?     

Qué vergüenza para Colombia que personas fuera de la ley por su apoyo a grupos delincuenciales hoy estén tratando de gobernar democráticamente grandes masas; pero lo más complejo es que quienes tienen la posibilidad de hacer sentir su voz de ciudadanos honestos no se pronuncien. ¡Cómo es posible que Santos, Samper, Benedetti, Barreras y otros que no me quiero recordar, no hayan sido procesados por su papel en la corrupción que tanto daño nos ha causado durante más de medio siglo!

Más vergüenza se siente cuando hay personas que no son dignas representantes de un gobierno en el exterior, como es caso de algunos embajadores en Venezuela, México, Nicaragua y otras representaciones diplomáticas, donde lo que buscan es copiar las cosas malas de otros para aplicarlas aquí, como es el caso de no disparar a los bandidos, o cuando parece que se han producido órdenes de desarmar a los policías para dejarlos a merced de los bandidos.

Creo que todos estamos de acuerdo en que la tela con que se debe cubrir la democracia tiene un aguante; Colombia ya se cansó de la burla, el irrespeto y el engaño introducido por la izquierda. Colombia exige el juicio público de los corruptos que tanto daño han hecho al país, por lo menos durante los últimos 20 años.

Todos somos responsables de nuestro futuro y es por ello por lo que debemos unirnos alrededor del fiscal general de la nación, para proteger el país y proteger al fiscal frente a los lunáticos que buscarán dañar la bandera de la libertad. Las urnas nos darán la independencia.

Tomado de: https://www.semana.com/opinion/articulo/sancion-y-condena-politica-juridica/202304/


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