lunes, 7 de octubre de 2024

¿Destruir para negociar?

 

Colombia necesita acuerdos, pero sobre todo decisiones gubernamentales que atraigan inversión, crecimiento y empleo durante los dos años que restan.

Felicito al Grupo Prisa y sus directivas por convocar este fin de semana en Villa de Leyva a representantes de diferentes sectores y posiciones políticas para fomentar conversaciones constructivas y esperanzadoras sobre nuestro futuro.

Fue fundamental la presencia de funcionarios del Gobierno, presidentes de las cortes y del Congreso, del sector privado, la academia y los medios de comunicación. Su participación refleja un interés genuino por servir al país y sus aportes son valiosos, más allá de los resultados inmediatos del encuentro.

Es importante destacar la postura constructiva y serena del ministro Cristo y de la Dra. Sarabia, directora del Dapre, convocando un acuerdo nacional de lo que hemos hablado durante décadas. Es vital llegar a acuerdos para fortalecer nuestras instituciones, la democracia y la economía, condiciones indispensables para el desarrollo de los colombianos y encauzar la nación hacia el bienestar.

Seguramente un acuerdo habría tenido mejores posibilidades con Cristo como ministro del Interior desde inicios del gobierno. Su enfoque respetuoso y constructivo es necesario para este objetivo. Propuso un acuerdo basado en eliminar la violencia en la política; en la transparencia de los debates legislativos; el respeto al calendario y las reglas electorales; la importancia de transformar los municipios PDET y fomentar un crecimiento económico que genere equidad.

No obstante, el discurso ministerial no coincide con el del jefe del Estado, quien, durante dos años, ha fomentado división, desconfianza y la descalificación de la justicia, las empresas, las fuerzas militares, los medios de comunicación y hasta del sistema electoral que le brindó garantías para resultar elegido, entorpeciendo así la construcción de un verdadero diálogo nacional.

La directora del Dapre presentó los beneficios del acuerdo con el sistema bancario, para inyectar $ 55 billones en nuevos créditos para sectores productivos y lograr más crecimiento del PIB. No obstante sus buenas intenciones y anunciar próximas reuniones con 11 empresas del sector petrolero y algunas EPS para llegar a acuerdos con esos sectores, y pese a las buenas maneras de los ministros de Hacienda y Justicia, el clima de polarización y desconfianza hace que un acuerdo, aunque deseable, sea poco viable en este gobierno.

Es imperativo que, con acuerdo o sin él, haya acciones efectivas para restaurar la seguridad y construir confianza en un futuro más prometedor para todos los colombianos.

Es tarde y hay disonancia gubernamental entre quienes buscan construir acuerdos y quienes desmantelan sectores claves del país. En dos años esta administración ha debilitado el sistema de salud, las industrias extractivas y nuestra Fuerza Pública. Además, estamos ante la amenaza de un racionamiento energético que afectará gravemente el PIB.

Colombia necesita acuerdos, pero sobre todo decisiones gubernamentales que atraigan inversión, crecimiento y empleo durante los dos años que restan. Sobre todo, es fundamental que demuestre voluntad real para combatir el crimen y garantizar seguridad al 75 % de los colombianos que desconfían del futuro del país.

La inseguridad ha aumentado alarmantemente, con incrementos de secuestros, extorsiones, desplazamiento, masacres, asesinatos de líderes sociales y reclutamiento de menores.

Es preocupante la inasistencia del ministro de Defensa a espacios donde se debía abordar la política de seguridad. Es imperativo que, con acuerdo o sin él, haya acciones efectivas para restaurar la seguridad y construir confianza en un futuro más prometedor para todos los colombianos.

Tomado de: https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/destruir-para-negociar-3387776?__vfz=medium%3Dstandalone_content_recirculation_with_ads

 

NOTA:


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