Alocuciones presidenciales sobre El papel de la
coca en la devaluación y el papel de las vías de cuarta y quinta generación en
el comercio, son dañinas y en nada ayudan al modelo Petro
La semana pasada el presidente, Gustavo Petro,
durante la primera Asamblea de Organizaciones Cocaleras del Catatumbo dijo dos
cosas que resultaron dañinas para el devenir de la economía: que su gobierno
permitiría que los campesinos puedan seguir cultivando coca mientras se logra
una rentabilidad en la sustitución de cultivos y que la devaluación del peso se
debe, además, a que los dólares de la cocaína ya no están entrando a Colombia.
“Se quedan en el camino, se quedan en Wall Street, Nueva York y en México”,
dijo el Mandatario, al tiempo que matizó el peso de su alocución aclarando que
“cuando decimos que no vamos a atacar a un campesino, que le vamos a comprar su
cosecha mientras transformamos la región para que se pueda volver productiva en
las economías legales, no estamos diciendo que vamos a permitir la cocaína”.
Y como si fuera poco, en otro frente económico
no menos sensible dijo que las vías 4G en el país no estaban contribuyendo al
desarrollo de un territorio, sino al “concepto capitalista de la velocidad”.
“Nuestras carreteras 4G no han sido plataformas para exportar. Y, por tanto,
para construir riqueza en Colombia, sino que han sido importadoras de
productos, algunos de los cuales, no todos, simplemente han acabado con la
industria nacional”, dijo Petro en un encuentro de dirigentes gremiales en el
Departamento de Antioquia.
La información eventual o relevante, tal como
se le conoce en los mercados financieros o lo que dicen o hacen los ejecutivos
responsables de las empresas es revisada auscultada por las autoridades
económicas por su impacto en los mercados, y todo lo que dice un Presidente, es
importante, pues de sus palabras se desprenden políticas públicas. Ningún jefe
de gobierno, alcalde o gobernador puede decidir si se puede o no cultivar o
financiar plantaciones de coca, que son delito, a la luz del artículo 375 del
Código Penal, solo el Congreso, si decide cambiar la ley puede retirar la
sanción penal. Además están las implicaciones internacionales, la coca y sus
derivados siguen siendo productos considerados como delictivos en todos los
países.
A quienes cultivan y comercian base de coca,
cocaína y sus derivados, son buscados por las autoridades globales. Graduar a
pobres poblaciones de campesinos, rotularlos o condenarlos de por vida de
narcotraficantes o narcocultivadores de coca, no les ayudará en nada y menos
aún el Gobierno de turno puede hacerse el de la vista gorda ante el delito. Las
palabras del Presidente pueden tener consecuencias internacionales, tales como
sanciones económicas. Y las otras palabras fueron peores porque desubican las
metas megas del país y ponen en entredicho la búsqueda de la ansiada
competitividad internacional.
Muy grave si el credo de Petro sobre las 4G o
las 5G es la hoja de ruta de su administración para los próximos años. Es
condenar al país y su gente al subdesarrollo. No se comparte que tener vías en
condiciones es un “concepto capitalista de la velocidad”, como lo ha expresado
el Presidente. Tampoco que invertir en autopistas es una suerte de “tirarse un
poco de plata”, ni que “solo sirven para importar productos y matar la
producción nacional”, mucho menos que solo se benefician “los dueños del gran
capital”, se olvida el Presidente de que la gente común y corriente es la que
demanda calidad de vida, eficiencia, competitividad para mejorar su existencia.
Acabar con la precariedad es un mandato de todo Presidente.
Tomado de: https://www.larepublica.co/opinion/editorial/frases-dispersas-de-petro-lesivas-para-la-economia-3511755
Reconocen este socialista enemigo del imperialismo?
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