JUAN LOZANO
A todo gran hampón le tienen
su rebajón.
Que las mejores rebajas del
2023 están en el Código Penal, dice el mensaje que circula por las redes
sociales. Y va uno a ver y resulta cierto. Por lo menos, eso parece ser lo que
se proponen. El debate está abierto.
Señor delincuente, señora
criminal, apreciado bandido, para ustedes, con todo cariño, ha llegado el
rebajón... rebajón de penas, de sanciones, de castigos...
Solo se necesita que usted
haya cometido un delito, un crimen, y le ofrecen el rebajón.
¿Es usted un acaudalado
ejecutivo que tiene a sus hijos aguantando hambre y no les gira la cuota de
alimentos porque está peleando con su expareja? No se preocupe. El rebajón es
para usted. Ya ni siquiera será delito someter a sus hijos a esa infamia. Que
sufran los niños, pero que a usted no lo incomoden.
¿Es usted un corrupto de
cuello blanco que se apoderó del dinero de los auxilios para los viejitos más
pobres de su ciudad? Fresco. El rebajón le permitirá volver a sus andanzas muy
pronto.
¿Usted, delincuente condenado,
está un poco estresado porque le tocó permanecer en una cárcel? No se estrese
más. Ya llega el rebajón para que usted pueda salir por la mañana de la cárcel
y volver por la tarde. El rebajón lo ama, señor delincuente. Escoja su hora de
salida y su hora de llegada. Evítese la hora pico y salga a las 10 a. m.
Nuestro servicio exclusivo de
cárceles de puertas abiertas quiere que ustedes, redomados criminales, no
sufran en una cárcel. El rebajón los comprende.
¿Es usted un narcotraficante,
miembro de una banda criminal, jefe de alguna organización sicarial a quien no
le gustan las celdas carcelarias? Frescoooo. El rebajón también los incluye. Y
a los jefes de bandas criminales. Y a vándalos urbanos. Consulte condiciones.
Habrá narcorrebajón en todas las modalidades, formas y alcances.
¿Ha sido usted reclutador de
menores, secuestrador de niños o abusador de menores? Bingooooo. Para usted,
rebajón prémium, pues si posa de intelectual en una negociación y se esmera
siguiendo el ejemplo de algunos que ya lo lograron, es posible que el rebajón
llegue con carro blindado, escoltas, personal de apoyo, sueldo millonario y
hasta curules del Congreso.
Ojo. El rebajón es tan
generoso que no se necesita que entregue su fortuna, ni que delate a sus
cómplices, ni que revele sus contactos en la mafia ni que diga quienes son sus
testaferros. Ni siquiera se necesita que se arrepienta. Búrlese tranquilo de la
justicia, que nunca lo harán pagar por sus crímenes. Eso sí, finja siempre, con
ademanes de prócer de la moral, que a usted le interesa el bienestar del pueblo
colombiano.
La clave ahora es que agredan,
insulten, descalifiquen y maltraten a todos los que osen cuestionar el rebajón.
No ahorren insultos. Pueden espetarles todo tipo de ofensas. Pueden
injuriarlos, pues el rebajón también quiere eliminar el delito de injuria.
Amedrenten e intimiden todas las voces libres en el debate para que las
mayorías parlamentarias puedan pupitrear rápido el proyecto.
Si quieren rebajón ya, ayuden
entonces para que la gente acepte esta forma de rendición ante la criminalidad.
No dejen que se estructuren opciones serias, profundas, razonables y realistas
para mejorar la política carcelaria y para lograr que las cárceles dejen de ser
escuelas de criminalidad y se conviertan, como debe ser, en centros de
verdadera rehabilitación desde donde se puedan construir segundas
oportunidades. No permitan que un debate patriótico les afecte su rebajón,
señores delincuentes.
¡Que viva el rebajón! Hampones
de Colombia, unidos serán invencibles. El futuro les pertenece.
P. D. Y por ahora, olvídense
de aquella consigna según la cual la prioridad eran los derechos de las
víctimas. Estas iniciativas se concentran devotamente a proteger los derechos
de los victimarios. Así es la cosa.
Tomado de: https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juan-lozano/columna-de-juan-lozano-el-rebajon-733922
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