Propósito colectivo

 

NANCY PATRICIA GUTIÉRREZ

 

El nuevo año no tiene el camino pavimentado con rosas, sino un bosque tupido con espinosos arbustos.

El 2023 comenzó muy rápido. La coincidencia de los festivos de Navidad y Año Nuevo en domingo, sin el tradicional puente, hizo ‘perder’ días de descanso. Claro que no fue obstáculo para las celebraciones llenas de rumba y tradiciones vistosas por toda Colombia.

Por lo menos dos días calendario se ganó el regreso a la normalidad, que comenzará el próximo diez de enero, luego de dejar con nostalgia a las familias completas, las vacaciones, las exquisitas comidas de fin de año y el placer que genera salirse de la rutina para conectar con las regiones, en donde el contacto con la naturaleza hace suspirar la llegada del siguiente diciembre.

Son duros los desafíos y las tareas de la agenda colombiana. Decisiones políticas y económicas, que no solo dependen del Gobierno y de su orientación ideológica ya medida, sino del liderazgo y la acción de diferentes sectores de la nación: el empresariado en todos sus tamaños, y sobre todo el nacional, que deberá innovar, crear y trabajar el doble para producir. De los trabajadores públicos y privados, que deben demostrar compromiso con sus empleadores porque de eso depende que se mantenga la oportunidad laboral.

De las mujeres, que siempre marcamos el norte. Cuando se trata de la economía familiar, sabemos cómo apretar el cinturón (claro que también para amarrarse la falda cuando nos toca). De las familias, que deben concentrarse en que niños estudien. La preocupación mayor es que la pandemia de covid-19 dejó secuelas que aún no reflejan los resultados reales en deserción escolar.

De los jóvenes, que asuman su responsabilidad trabajando y formándose. No hay disculpas, el Sena y muchos portales ofrecen cursos y carreras técnicas accesibles en las que se pueden adquirir competencias que permitan trabajar dignamente, conseguir ingresos, seguir capacitándose para avanzar en la escala social.

Pero debe ser propósito colectivo. Es hora de aplicar la frase de Jorge Eliécer Gaitán, “el pueblo es superior a sus dirigentes”. Es ese interés nacional que nos debe convocar en el momento de enfrentar dificultades. Como lo hicimos en pandemia, tiempo en el que la solidaridad salió a flote masivamente. Todos comprometidos, con ganas de vivir, cuidando a los demás, siendo disciplinados en atender las medidas de prevención, procurando que nadie se quedara sin comer. El Estado apoyando la productividad, los empresarios cediendo utilidades al límite, la gente trabajando aferrada a su empleo, y todos asistiendo a quienes no tenían nada.

Lo que se anuncia genera nueva incertidumbre. Problemas económicos a nivel mundial que, sumados a la realidad colombiana, con mayores impuestos derivados de la puesta en marcha de la reforma tributaria, el alza de la gasolina y el ACPM, el aumento del costo de la vida; el resultado del salto al vacío que se da con la parálisis de la Fuerza Pública ordenada por el Gobierno Nacional, dentro de una estrategia de cese del fuego bilateral sin condiciones conocidas en aras de la paz total.

Un proceso electoral para elegir alcaldes, gobernadores, asambleas, concejos, juntas administradoras locales, que agitará la política territorial y que tiene el desafío de fortalecer la democracia, dejando a un lado propuestas engañosas que solo benefician a roscas o clanes políticos regionales que no contribuyen a mejorar las condiciones de vida de la gente y dan la espalda al interés nacional de un desarrollo equitativo.

Unas reformas que pueden llevar al traste el sistema laboral, pensional y de salud. Responsabilidad que marcará las estructuras de partidos políticos y congresistas, quienes tendrán que dar cuenta a la opinión pública.

En últimas, el nuevo año no tiene el camino pavimentado con rosas, sino un bosque tupido con espinosos arbustos que tendremos que recorrer bajo la convicción de más esfuerzo y solidaridad en aras de garantizar el bienestar general y la democracia en el mediano plazo.

Tomado de: https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/nancy-patricia-gutierrez/columna-de-nancy-patricia-gutierrez-proposito-colectivo-730548