German Vargas Lleras
Es un distractivo del objetivo
de la reforma: la estatización de los servicios de salud.
El 24 de diciembre la ministra
de Salud advirtió que la reforma no estaba escrita en piedra. Resultó que sí lo
estaba y quien finalmente tenía razón era el Dr. Pedro Santana, quien en el mes
de enero, con total claridad, nos advirtió del contenido de esta.
Nunca, en mis 40 años de vida
dedicados a la actividad política, había visto yo tal desprecio por el disenso
y por la institucionalidad.
El turno le correspondió ahora
al sector de la salud, pero vendrán luego las demás reformas, que, según los
anuncios, serán igual de pugnaces.
Tengo la íntima convicción de
que todo este mamotreto no pasa de ser un distractivo del verdadero objetivo de
la reforma: la estatización absoluta de los servicios de salud en el país. Así
que en nada hay que detenerse en analizar las políticas propuestas sobre
prevención o los sistemas de información o la dignificación del personal de la
salud. Todo eso se podría obtener sin necesidad de una ley.
Por años he propuesto mejoras
al sistema. Que no es perfecto. Nadie duda de que es urgente fortalecer los
servicios de salud en los lugares más apartados. También hay que multiplicar la
inversión en los hospitales públicos y convertir a la Superintendencia de Salud
en la más técnica y estricta agencia del Estado para garantizar que las EPS, y
en general todo el sistema, cumplan y hagan la mejor utilización de los
billonarios recursos de que disponen.
Pero aquí lo único relevante
es la desaparición, la muerte anunciada, del aseguramiento en salud y de sus
agentes principales, las EPS. Que las quieran cambiar ahora de naturaleza, que
las pongan a hacer auditorías, que jamás han hecho, o administrar unos ‘call
centers’ o cualquier otro oficio no justifica su existencia. Si dejan de
gestionar los riesgos financieros y operativos, se liquidan las EPS y
desaparecen sus redes de servicio. Igual ocurrirá con la medicina prepagada, ya
que la iniciativa bien señala que no tendrá prelación alguna. Se acaban también
los planes complementarios y los copagos.
La cabeza rectora del sistema
estará integrada por 40 personas, diluyéndose todas las responsabilidades, y en
cada región se crea un Consejo Regional de Salud.
La famosa Adres, entidad que
jamás pudo cumplir con su función de auditar cuentas, asumirá la totalidad de
las funciones del sistema sin tener las capacidades para administrar y mucho
menos para contener el gasto. En cada departamento se constituirá una nueva
Adres, que quedará a merced de gobernadores y alcaldes. La feria de la alegría,
la politiquería y la corrupción. Todos contratando medicamentos, sus propias
auditorías, fijando tarifas, los tratamientos y quiénes los prestarán. Toda la
población capturada política y personalmente. ¿Se pueden imaginar en lo que se
convertirá el pago de cada cuenta?
Curioso que acabándose las EPS
para todos los colombianos, el magisterio, las Fuerzas Militares, Ecopetrol y
los indígenas conservarán las suyas.
Refundar el sistema de salud
colombiano después de 30 años de aprendizaje y desarrollo implica unos riesgos
que el país no puede ni debe asumir. Esta reforma burocratiza el sistema. Se
crean más de 10 instancias administrativas a nivel nacional, regional y local.
Las finanzas de la salud
colapsarán. Se aumentará el gasto y no habrá incentivos para utilizar de manera
eficiente los recursos, regresaremos a un modelo de presupuestos públicos, el
riesgo fiscal se calcula equivalente a 2 % del PIB anual y su costo inmediato
se estima en 51,8 billones de pesos.
La pérdida de las capacidades
de la gestión del riesgo en salud y su reconstrucción se pagará en vidas, en el
deterioro de los servicios y en el aumento del gasto en las familias más
pobres, que serán, sin duda, las más afectadas.
Y como todas las iniciativas
de este gobierno, se solicitan facultades extraordinarias en 6 casos, sin ser
específicas y sin el debido soporte y argumentación.
Y ojalá, como lo anunciaron,
persistan en darle trámite ordinario y con mensaje de urgencia para que la
Corte Constitucional no tenga más remedio que tumbarla.
Tomado de: https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/german-vargas-lleras/columna-de-german-vargas-lleras-la-potencia-mundial-de-la-vida-743307
No hay comentarios:
Publicar un comentario