lunes, 6 de marzo de 2023

6 tempestades y un terremoto

 


Juan Lozano

Las graves denuncias de la exesposa de Nicolás Petro y seis tempestades sacuden duro al Gobierno.

Primera. La tempestad del asesinato y secuestro de 70 policías. Después de que matan un policía y secuestran 70 más, lo que se esperaba es que se llamaran las cosas por su nombre y sin eufemismos. No es ningún cerco humanitario. Es un secuestro múltiple. No se pueden seguir tolerando afrentas y delitos contra nuestra Fuerza Pública, herida en su dignidad y en la moral de la tropa, a partir de mensajes que alientan a los violentos a seguir atentando contra nuestros soldados y policías.

Segunda. La tempestad del gabinete. A juzgar por un trino del propio Presidente, el primer y temprano remezón ministerial terminó con una advertencia/constancia. A los ministros solo se les exigen lealtad (¿vainazo para Alejandro Gaviria?), resultados (¿vainazo para Patricia Ariza?) y cero corrupciones (¿vainazo para María Isabel Urrutia?). Aunque Petro está en todo su derecho de cambiar sus ministros cuando lo considere conveniente, es innegable que la nómina ministerial quedó lesionada.

Tercera. La tempestad de las facultades. Desde el Consejo de Estado le dijeron clarito al Presidente que sus facultades se deben respetar, pero que estas no pueden transgredir linderos constitucionales. Esta decisión, por diversas poleas de transmisión, aterriza en la pista del Plan de Desarrollo, que está cargado de solicitudes amplias de facultades para el Presidente que quedan bajo la lupa tras esta advertencia, aunque corresponda a la Corte Constitucional su estudio.

Cuarta. La tempestad de las leyes inconstitucionales. Entre las mayorías parlamentarias y los gobiernos de turno sacaban pupitreadas leyes inconstitucionales (como algunos proyectos que están en trámite) que el Presidente sancionaba para que surtieran efectos mientras la Corte las tumbaba. Espantoso. Por ejemplo, en materia tributaria o penal. La Corte Constitucional acaba de notificar que procederá a suspender leyes inconstitucionales cuando sea necesario, mientras se adoptan decisiones de fondo.

Quinta. La tempestad del incesto. Camuflar la normalización del incesto (y la inasistencia alimentaria), en clara vulneración constitucional de los derechos de los niños en un proyecto de ley, hace que crezcan las voces de repudio ético, jurídico y político contra una iniciativa que supuestamente buscaba resolver una orden de la Corte. Con toda razón, un grupo grande de parlamentarios y el presidente de la comisión están pidiendo que se retire el mensaje de urgencia de este adefesio para poderlo corregir y aprobar algo aceptable.

Sexta. La tempestad de la coalición. Los amigos circunstanciales sacan rapidito las uñas, pues no están comprometidos por convicción sino por los beneficios que se derivan de una alianza transitoria. Cuando se trata de la política, la permanencia de una coalición depende de que a los coaligados les vaya mejor adentro que afuera. Ya Petro está notificado. Sus mayorías parlamentarias dependerán de que acepte modificaciones en la reforma de la salud y en su agenda legislativa. Además, las grietas del partido de gobierno le pasan la factura de cobro a la Casa de Nariño, a la que ahora le toca lidiar no solo con los opositores, sino con los propios “amigos”.

Y el terremoto de Nicolás, salpicado y denunciado por su exmujer por acusaciones que rondan por los terrenos del narco, del tráfico de influencias, de la corrupción, del lavado de activos, de todo lo pestilente, ilegal y maluco. Sus alcances se extienden a la campaña presidencial, la paz total (ojo con Juan Fernando Petro) y al Gobierno en su conjunto. El Fiscal y la Fiscalía tienen la palabra. Esto apenas comienza.

El Presidente de la República enfrenta el momento más complejo de su gobierno. Ojalá lo resuelva a partir de una reflexión constructiva para ajustar tuercas y enderezar el camino, dentro del marco del Estado de derecho y la separación de poderes. Aún está a tiempo de gobernar para todos y por el bien de todos. Ya veremos

Tomado de: https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juan-lozano/columna-de-juan-lozano-6-tempestades-y-un-terremoto-747426


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