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Después de hacer una carrera
política fustigando contra los partidos tradicionales, acusándolos de ser
‘enmermelados’ necesitados de burocracia, el jefe de Estado, tan pronto se
instaló en la Casa de Nariño, no tuvo problema en abrazarse con el Partido
Liberal, La U y los conservadores y les entregó entidades e importantes cargos
a cambio de votos en el Legislativo.
Este manejo transaccional de
la política le valió a Petro para tener, durante sus primeros seis meses de
Gobierno, una aplanadora legislativa que le aprobó a ojo cerrado cualquier
iniciativa que viniera desde la Casa de Nariño.
La repartija ha sido tal que,
a pesar de oponerse a la reforma a la salud, lo que llevó a la ruptura de la
coalición, los partidos siguen manteniendo la mayoría de sus cuotas en el
Estado. Uno de los más favorecidos por la llamada representación política ha
sido el Partido Liberal, que, aun cuando entró varias veces en rebeldía, es la
única de las colectividades tradicionales que no fue afectada por el remezón
ministerial promovido por Petro la semana pasada.
Los rojos tienen en el
gabinete a la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, quien es cercana a Petro
desde hace años, pero también al director del partido, el expresidente César
Gaviria. Sin embargo, en la bancada no todos la reconocen como cuota. El que sí
tiene mayor ascendencia entre los congresistas es el ministro de Justicia,
Néstor Osuna. Su hoja de vida llegó al presidente Petro directamente de manos
del expresidente Gaviria.
Osuna ha militado en el
Partido Liberal toda su vida y asegura que siempre ha sido cercano a esta colectividad.
En una entrevista en Blu Radio, el ministro reconoció esa representación: “Si
eso en términos políticos quiere decir cuota, aceptémoslo, no tengo ningún
inconveniente”.
Otro que llegó a la
administración Petro por petición del Partido Liberal es Gilberto Rondón,
presidente del Fondo Nacional del Ahorro (FNA). Esta entidad no solo es una de
las más grandes del Estado, sino que posee una característica que resulta muy
apetecida para los congresistas: tiene sedes en todo el país, lo que les favorece
a la hora de hacer alguna recomendación política.
Antes de que su hoja de vida
llegara a la Casa de Nariño, Rondón tuvo el respaldo pleno del liberalismo. Su
nombramiento fue a finales de septiembre del año pasado, cuando en el partido
había malestar por la falta de representación.
A esta lista de cuotas
liberales también se suma el excongresista José Luis Correa, exrepresentante a
la Cámara por Caldas, presidente de la compañía de seguros Positiva. En julio
del año pasado, la bancada en pleno le envió una carta al presidente Petro
pidiéndole que fuera nombrado en su Gobierno. Inicialmente, sonó para el
Ministerio de Vivienda, pero fue designado en la compañía aseguradora. Otro
representante de la colectividad en el Gobierno es Harry González, vinculado al
Ministerio del Interior como asesor en asuntos de agenda legislativa.
González fue representante a
la Cámara por el Partido Liberal hasta el 20 de julio de 2022. Luego, fue
candidato de la colectividad para ser magistrado del Consejo Nacional Electoral
(CNE); sin embargo, no alcanzaron los votos para que fuera elegido.
Las cuotas liberales en el
Gobierno no han sido solo para el ala gavirista del partido, sino también para
los llamados disidentes, congresistas que se oponen a las directrices que dicta
el expresidente. Uno de los que lidera esta disidencia es el representante
Andrés Calle Aguas, cuyo hermano, Gabriel Calle, fue nombrado jefe de gabinete
del Ministerio del Interior y ahora aspira a la Gobernación de Córdoba, para lo
cual espera el apoyo del presidente Petro.
La lista de disidentes
liberales con cuota en el Gobierno también la integra la representante Olga
Beatriz González, quien anunció que votará a favor la reforma a la salud y cuya
hija, Eleonora Betancur González, es la directora de la Agencia Presidencial de
Cooperación Internacional de Colombia (APC Colombia) desde diciembre del año
pasado.
La U
Aunque fue uno de los partidos
afectados por el revolcón ministerial de la semana pasada a tal punto que hoy
no tiene presencia directa en el gabinete, el Partido de la U aún sigue
conservando una importante representación en el Gobierno.
Hace apenas un mes, el abogado
Mauricio Marín se posesionó como presidente de Fiduprevisora. Su hoja de vida,
según le confirmaron a SEMANA fuentes de La U, fue presentada al Gobierno por
la directora del partido, Dilian Francisca Toro.
Fiduprevisora es la entidad mixta que maneja el presupuesto de salud del magisterio para todos los docentes de los colegios públicos. Esta entidad tiene sedes en 14 ciudades del país, lo cual es apetecido por los congresistas.
A pesar de la salida de Sandra
Urrutia del Ministerio de las TIC, La U aún conserva en esta cartera dos
viceministerios, ocupados por Sergio Octavio Valdés y Nohora Mercado. Pese a
que el presidente Petro les había pedido la renuncia hace dos semanas, este
medio pudo confirmar que, por ahora, siguen en funciones.
Otra cuota cercana a un sector
de La U es el director del Banco Agrario, Hernando Chica Zuccardi, sobrino de
la exsenadora de este partido Piedad Zuccardi, condenada por parapolítica. No
obstante, en la bancada hay quienes aseguran que este cargo es más de Verónica
Alcocer que del partido, pues fue secretario de Hacienda de Sincelejo bajo la
administración de Jairo Fernández Quessep, quien es tío del exsenador Mario
Fernández Alcocer, primo de la primera dama.
Un hecho que demuestra la
forma burocrática como se ha manejado el Congreso durante este Gobierno –y que
no es muy distinto a lo ocurrido en anteriores administraciones– es lo que
sucede con el Partido Conservador.
Inicialmente, los azules eran
los consentidos. No solo tenían a Guillermo Reyes en el Ministerio de
Transporte, sino también la dirección de la Agencia Nacional de Seguridad Vial,
que estaba en cabeza de Juan Carlos Beltrán, y la Unidad de Planeación de Infraestructura
de Transporte, con Miriam Pantoja, del grupo de la representante Liliana
Benavides, de Nariño.
Sin embargo, de manera
curiosa, apenas 24 horas después de que se declararan en independencia frente
al Gobierno, el nuevo ministro de Transporte, William Camargo, arrasó con las
cuotas que tenían los conservadores en estas entidades.
Esto no quiere decir que los
azules se hayan quedado con las manos vacías. Aún conservan el Viceministerio
de Transporte, en cabeza de Carlos Eduardo Enríquez Caicedo, hijo de Ruth
Caicedo, representante conservadora de Nariño. La viceministra de
Infraestructura, María Constanza García, es cercana a Petro y fue su secretaria
de Movilidad en la Alcaldía. Ella es prima del senador Juan Carlos García. A
pesar de que el presidente Petro les pidió la renuncia hace 15 días, aún siguen
en funciones.
Asimismo, el exministro
Guillermo Reyes, cercano al senador Carlos Andrés Trujillo, será nombrado
embajador en Suecia en los próximos días. Esta sería la segunda representación
diplomática de los conservadores en este Gobierno, pues ya tienen al exsenador
Juan Manuel Corzo como embajador en Paraguay.
Los conservadores también
cuentan con la presidencia de Coljuegos, en cabeza de Roger Carrillo, del grupo
político del presidente del Partido, Efraín Cepeda. Sin embargo, esa cuota
seguramente la perderán, pues Petro ya le pidió la renuncia al funcionario.
Es paradójico que el llamado
gobierno del cambio haya tenido que recurrir a la política de siempre para
obtener apoyo de unos partidos que, contrario a lo que dicen en público,
parecen estar más preocupados por la burocracia que por el impacto de los
proyectos en los colombianos. Mientras Petro usa estas cuotas para presionar,
los partidos se volvieron rebeldes, pero con burocracia.
Tomado de: https://www.msn.com/es-co/noticias/other/esta-es-la-alarmante-radiograf%C3%ADa-de-la-mermelada-que-el-gobierno-petro-les-entreg%C3%B3-a-los-partidos-hoy-sigue-intacta/ar-AA1aOqe0?ocid=msedgntp&cvid=fc24de8f89484326ac4c30e05c622772&ei=11
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